Quiste Hepatico Benigno y Enfermedad Poliquistica del Higado
- Dr. Ronald Castillo Guzmán
- 31 may 2015
- 2 Min. de lectura

La enfermedad poliquistica hepática y los quistes hepáticos benignos tienen en común tres características principales: Son quistes que comúnmente no se comunican con el tracto biliar, la superficie del quiste está compuesta por epitelio cubico o columnar, idéntico al epitelio biliar normal, este descansa sobre una delgada capa de tejido conectivo y no se precisa la separación del parénquima hepático displasico. El contenido del quiste es relativamente acelular y está compuesto por secreciones de células biliares.
Los quistes biliares simples son encontrados entre el 1.6 y 3.6% de sujetos a quienes se les realiza ecografía abdominal por otras indicaciones.
El manejo laparoscópico de los quistes hepáticos es una opción terapéutica menos invasiva. Este procedimiento, al igual que en la cirugía abierta, consiste en destechar la pared del quiste para permitir que el fluido creado por el quiste drene en la cavidad abdominal, donde puede ser absorbido. El borde del quiste debe estar bien cauterizado y suturado. La creación de un parche de epiplón y colocarlo en el interior del quiste puede disminuir el riesgo de recurrencia.
El drenaje de la cavidad abdominal se ha recomendado para ayudar al diagnóstico y tratamiento de la fistula biliar, sin embargo muchos autores recomiendan el retiro posterior a las 24 horas del postoperatorio.
Importante
La mayoría de los quistes hepáticos son pequeños, no ocasionan síntomas y no deben ser operados.
Indicaciones de cirugía
Compresión del árbol biliar.
Hemorragia intraquistica.
Fistula Biliar.
Ruptura espontanea o traumática del quiste.
Indicaciones de fenestración en enfermedad Poliquistica
Distensión abdominal
Saciedad temprana asociada con vómitos
Malnutrición, pérdida de masa muscular.
Disnea, ascitis.
Bibliografía
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